Cuando se trata de escoger flores y arreglos para la recepción y la misa, nos volvemos locos, bueno, la verdad es que yo no me volví loca porque les voy a compartir un secreto. Hace un tiempo cuando estaba buscando tips para bodas, me tope con una infogafía en pinterest que decía en lo que debías preocuparte y en lo que no en una boda.
Entre las cosas que no deberías de preocuparte para una boda es, efectivamente, en las flores, ¿por qué?, porque las flores se marchitan y al final por más esfuerzo que pongas en escoger las mejores flores, no van a durar por siempre, es verdad que si haces un buen trabajo esto se verá reflejado en la decoración, pero que eso no te quite el sueño.
Como las flores no duran mucho tiempo, debes de estar consciente que esta compra es de las últimas que se hacen, nosotros las compramos un día antes de la boda, fuimos a un mercado de flores muy mono en Copenhagen y las flores eran frescas, se veían con mucha vida.
Como el tema de la boda era blanco y negro, decidí darle un toque de color al asunto, al fin al cabo era mi boda ¿no?. Así que, compramos flores muy campiranas y alegres de diferentes colores, amarillas, rosas, moradas, blancas y mucho verde para que se viera el arreglo completo.
Para lo único que usamos las flores fue para los centros de mesa y no hubo necesidad de poner algo más, poco a poco los diferentes detalles hicieron un todo.
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